Que difícil es escribir acerca de algo que no quiero, en este caso algo que me evoca sentimientos tan tristes, que me hace casi imposible querer plasmarlos en papel, pero estoy decidida a hacerlo aunque me duela mucho y mis pensamientos se combinen con lagrimas.
He tratado de dejar estos pensamientos enterrados en mi pasado, en la parte más oscura de mi mente y mi espíritu, pero están latentes en cada minuto que vivo y a cada respirar que doy, me hicieron quien soy y no lo puedo cambiar.
Perder. ¿Que es perder? Se dice de esta palabra que es cuando una persona deja de tener, o no halla, aquello que poseía, sea por culpa o descuido de esta, sea por contingencia o desgracia. Tal vez esta sea la palabra que buscaba para empezar a desembocar emociones en este remolino que es mi cabeza. Pero bueno, necesito dejar de dar vueltas y vueltas evitando lo inevitable que es el recordar.
Perdí un día de julio la persona que más temía perder en ese momento, deje de tener su presencia, su cariño, su olor, su sabiduría, su ser. Deje de hallar sus manos suaves, arrugadas por la experiencia del trabajo duro, su voz, al llamarme cuando me necesitaba, deje de hallarla en el sillón contándome sus historias de juventud, deje de hallarla….
Tal vez fue mi culpa, por no amarla mas de lo que lo hacia, por no hacerle caso de niña, por no acompañarla cuando tenia miedo de la oscuridad, porque yo tenia mucho mas miedo que ella, por asustarla algún día en forma de juego, por no hacerle los postres suficientes que tanto le gustaban o solo por el hecho de no ser mejor nieta con ella.
¿Seria descuido el que me la quito de mi lado?, mío tal vez por no saber de geriatría o de los doctores por si saber pero no hacer lo correcto, ¿seria descuido de Dios por llamar a uno de sus ángeles tan pronto?, pronto para mi que solo tenia dieciocho años de conocerla, pronto para mi papa que tenia cuarenta y seis y pronto para cualquiera que la conociera, pero tan pronto…
¿La perdería porque tenia que ser así? Porque en la naturaleza esta que los hijos llegaran a perder a sus padres y los nietos a nuestros abuelos, no lo se, pero es tan cruel ese destino, tan cruel para mi que soy tan egoísta y la quería tener para siempre.
Siempre a mi lado, hablando conmigo, compartiendo conmigo, tomando café en las tardes, haciendo pan los domingos, enseñándote como hacer las cosas mejor cada día, abrazándome y diciéndome mi pollita…
Perder, lo más triste para mi ha sido perder, y peor que esto, es que voy a seguir perdiendo…
