Un día me desperté y me sentí satisfecha como nunca antes en mi vida, por fin había encontrado lo que me faltaba, ese motivo por el cual sonreírle a la vida y a los días, me quede pensando por un instante que era eso que había buscado y que hasta en este momento tenia, inmediatamente supe lo que era, era amor y eras quien tanto había esperado no sé cuantas vidas ya. Jugué con el destino y éste me ganó a mí, pero al fin y cabo el premio lo obtuve yo, te conocí y conocí el amor, la pasión, la libertad…te conocí y empecé a vivir. Te conocí y eso es lo que importa, de ahora en adelante no existen límites, porque los limites son efímeros y simplemente se evaporan cuando se ama así, el único problema es como contener estos impulsos ante este sentimiento tan sublime que es más fuerte que la razón misma, quien puede detener un amor así, un amor que Dios quiso así, tal vez no en estas circunstancias, pero lo quiso y así fue…este amor que se llama utopia y se llama realidad, este amor que lleva tu nombre y el mío…