domingo, 17 de abril de 2011

La hipocresía de mis labios,

el roce de tus manos,

mis caricias en verano

como risas en el teatro.

Camino, rio y sueño

nuestras almas se encontraron,

apariencias sin mesura

nuestro engaño fusionaron.

¡Que alegría!, ¡que entusiasmo!,

nuestra muerte va llegando,

como rosa deshojando

va su aroma en una copa,

que recia mira fija

que sería de mi vida.

Dulces sueños, dulce niña

dicotomía de vida,

nunca crezcas, nunca vivas,

solo sueña fantasías.

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